Los juegos hoy día son Bobo!
Madre mía, diréis, que va a soltar el talibán viejuno este!
Pues no creo que vaya a decir nada que seguramente alguno de vosotros ya haya pensado, o su subconsciente; que en algunos homínidos se muestra más inteligente que su propio “consciente”
Vengo a hablaros de una tendencia que me molesta, y que cada día veo que más gente la justifica por culpa de esa vida llena de ocupaciones que nos echamos encima. Estoy hablando de la vida útil de los videojuegos: cada día más corta y fútil. Y para probar que tengo razón (xD) vengo armado con diversas microhobby, que abrirán los ojos de los que, entre el público, aun no han asentido con la cabeza.
Para iniciar este debate usaremos Laser Squad, un gran juego que inicialmente gustaba por aquello de llevar armas, pelotón y demás pero en el cual necesitabas esforzarte un poco y bucear en su estrategia, para empezar a sacarle jugo al juego.
Como veis en el adicciómetro, necesitabas de unos días para empezar a comprender el juego y si añadimos que este juego en su época (y con la edad que teníamos) era algo totalmente novedoso, pues se torna difícil de asimilar. Pero como el buen bouquet una vez superados esos primeros días (algo frustrantes) el juego se abría ante tí y una nueva dimensión estratégica se nos mostraba.
Esto hoy día no pasa, los juegos no están pensados para ser disfrutados a la larga, ni requieren esfuerzo por parte del jugador, estoy de acuerdo con diseños ágiles y cercanos pero a cambio dadnos juegos profundos y que nuestros 60? tengan una vida más alla de las dos semanas de rigor.
Pero os he puesto un ejemplo fácil, para mi el mejor ejemplo de lo que hoy día nos perdemos es un juego seguramente desconocido por muchos de los que me leen: Monthy Python`s Flying Circus. Un plataformas raro, nada convencional pero que encierra miles de horas de vicio.
No puedo estar mas de acuerdo con la gráfica que muestra microhobby aquí, yo cuando terminé de cargar el juego lo que solté fue: “pero que mierrda es esta!”. Y lo arrumbé maldiciendo la hora en que se me occurió gastarme las mil pesetas que me gasté
Pero una tarde de estas que no sabes que poner, le di otra oportunidad con más tranquilidad y empecé a descubrir que, entre esos enfermizos gráficos había un GRAN juego. Enorme, verdaderamente en mis 8bits nunca había jugado un juego tan lleno de detalles, trucos, pantallas secretas, monstruos de final de nivel de cuidada dificultad, vamos que pasé unos meses haciendo mapas y apuntando trucos inolvidables. Eso hoy día no podría nunca ocurrir por que un juego que no empieza arriba, ni tan si quiera se le presta atención.
¿Por tanto que nos dan? Juegos como Bobo.
Con una curva inicial muy alta pero que no te van a durar más de unos días (semanas?) de juego. Un entretenimiento simple que no requiera demasiado esfuerzo y donde en ocasiones solo tienes que poner un poco de tu parte, convirtiendose o en una película interactiva o en una experiencia que olvidarás pronto, estando preparado para el próximo hype.
Pero tampoco esto es el apocalipsis, hoy no todo es así, a veces salen juegos que desde el principio hasta el final llaman tu atención y además tienen gran profundidad y rejugabilidad. Juegos como mi querido Myth.
Otra pequeña joya de los 8 bits, que personalmente considero que junto a la Abadía y Shadow of the Beast son lo mejorcito que explotó esas viejas máquinas.
Como decía al principio lo peor de esto es que nos creemos que debe ser así o aun peor, como escuché la semana pasada en el nuevo podcast de videojuegos reload, “los juegos buenos son los que duran media hora a lo sumo”, un chute diario de juego y a la cama; y lo justificaban también referencia a los salones recreativos. Estoy de acuerdo que los juegos arcade eran así: media hora y a jugar a la pelota, pero…
¿cuantas horas te pasaste jugando hasta llegar a conseguir la técnica suficiente para matar a ese enemigo?
y ¿para que te duraran tus cinco duros más de 5 minutos? ¿días? ¿semanas? ¿meses?
Finalmente ¿por que nos acordamos de todos esos juegos? no es por que nuestra memoria es una cabrona que nos hace distorsionar nuestros sentidos haciendo que esos píxeles fueran bonitos (que lo son) sino por que costaron nuestro esfuerzo: esfuerzo por jugarlos, esfuerzo por sentirlos, esfuerzo hoy día en peligro de extinción.
Un Saludo!
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